F1 | Ferrari y 2020 ya cuesta arriba: las palabras de Binotto, el supuesto topo, la amenaza rosa...
“Creo que Racing Point está ciertamente muy cerca” Y es a partir de estas pocas palabras pronunciadas por Mattia Binotto que podemos comenzar el análisis del momento ciertamente nada pacífico que vive Ferrari.
Ya al margen de los tests colectivos, el director del equipo, con la ya habitual honestidad, había declarado a los micrófonos de Sky que Ferrari como equipo estaba evidentemente preparado para afrontar el campeonato del mundo, pero también que el monoplaza SF1000 difícilmente traerá alegrías a los aficionados, estando en un estado de atraso, por así decirlo.
El nuevo monoplaza genera más carga aerodinámica que el anterior, pero se amortiza demasiado en recta y aún no es perfecto en su equilibrio. Binotto habló de los datos habituales que se estudiarán tras las pruebas y de las medidas ya previstas, dando la idea de saber cuáles son los defectos congénitos del coche, pero dio a entender que el coche no es lo suficientemente rápido para dar grandes respuestas en definitiva. veces.
Plantados en la recta, a veces nerviosos en los pliegues de Barcelona, observando las pruebas de Ferrari, escuchando las declaraciones y escudriñando también los rostros de los hombres de Cavallino (no precisamente radiantes), cuesta creer el cuento de hadas del tácticas previas para no revelar el propio potencial a los rivales. Ferrari simplemente parece por detrás y hay más de una pista al respecto.
El acuerdo entre la Scuderia y la FIA sobre la cuestión de la supuesta irregularidad del motor también llegó a socavar aún más un entorno ciertamente sometido a un gran estrés. Después de controles que duraron meses, la Federación emitió un comunicado en el que anunciaba que había llegado a un acuerdo altamente confidencial con Ferrari y el fin simultáneo de las investigaciones sobre las unidades de potencia de Ferrari.
Ninguna sanción para Ferrari, ninguna irregularidad descubierta, ningún delito, ningún castigo y, sin embargo, la necesidad de llegar a una transacción, de unirse quién sabe por qué, con la larga sombra de las inferencias, los juegos políticos y las sospechas de los oponentes. Algo bastante ambiguo, más aún si resulta cierta la indiscreción - denunciada por dos decanos del periodismo como Turrini y Terruzzi - de que fue un supuesto topo quien pasó información a la FIA sobre el motor Cavallino.
Para Ferrari este 2020 ya tiene todo cuesta arriba. El monoplaza no parece haber nacido bajo los mejores auspicios, a pesar de una competencia bastante feroz e inspirada. Habrá que verificar el rendimiento del motor tras el descenso final de la temporada pasada y habrá que entender si existe un vínculo directo con las investigaciones y directivas de la FIA. Una posible filtración de información sensible sería, pues, un nuevo dolor de cabeza para Binotto y socavaría la tranquilidad del equipo.
Todos ellos factores que crean incertidumbre, pero Ferrari no puede permitirse un año de transición de actuaciones mediocres a la espera de las nuevas regulaciones. La temporada es demasiado larga para quedarse atrapado en Australia. Sin embargo, si Racing Point, o más bien el Mercedes W10 rosa, es una amenaza real, entonces Maranello podría incluso lamentar los resultados de 2019. Lo que, francamente, sería un verdadero desastre.
Antonino Rendina
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