Boletas de calificaciones del Gran Premio de Japón

Boletas de calificaciones del Gran Premio de Japón

Gana JB, convence Alonso, triunfa Vettel. ¿Qué mejor resultado para el Gran Premio de Japón de 2011? Gracias al tercer puesto, el alemán de Red Bull repite el título mundial del año pasado, el español de Ferrari hace una actuación de antología al conseguir un inesperado segundo puesto en la víspera, el inglés de McLaren demuestra ser un maestro de la visión y la gestión de la carrera al saliendo victorioso como siempre en la distancia. En Suzuka, una de las pocas universidades de conducción que quedan en la F1, el espectáculo nunca falla. ¡Disfruta la lectura!

Sebastián Vettel: 8,5° – Tengan paciencia, pero el voto es simplemente por la carrera, no por el campeonato mundial y menos aún por una carrera brillante. Porque en Suzuka el buen Seb corre bien pero no muy bien. Y, igual de trivial, la clasificación final es válida: tercero con un coche que ciertamente no es inferior al Mclaren y ciertamente superior al Ferrari de Alonso. Consiguió la pole con un flash, empezó a acercarse con fuerza - pero así es como nos gusta - a Button, y pareció controlar fácilmente la carrera. Pero luego pierde el control de la carrera y parece mostrar un poco de nerviosismo, con frenadas al límite y bloqueos consecutivos en la horquilla. Entonces Alonso también salta delante de él, intenta atacarlo pero le dicen que tal vez sea hora de conformarse, de lo contrario el campeonato del mundo no se habría escapado. Y así sigue, final ya escrito de un guión de Happy Ending Anunciado. Bien hecho, felicidades, felicidades. El voto es el que es, por la fuerza de las circunstancias. Pero no le quitará el sueño. bicoronada

Marcos Webber: 5 – Un misterio, cada vez más misterio. Quizás el fin de semana más aburrido de toda la temporada. Les pega duro en la clasificación -y se desquita en el tráfico-, completamente incoloro en carrera. Ganó una posición sobre Hamilton sólo gracias a la parada en boxes, chocó de forma extraña con Michael Schumacher y realizó el único adelantamiento de su carrera, contra Sutil, justo después de la parada, por lo tanto con neumáticos nuevos. Al final le dicen que no se meta cosas raras en la cabeza -léase: «no te arriesgues con Vettel», y se conforma plácidamente con la cuarta plaza. Lo cual no es carne, no es pescado, no es Ahow, y ciertamente no es suficiente. Un misterio, decíamos. Nos gustaría saber hasta dónde llegan sus dificultades y dónde empiezan las directivas de la empresa. Pero como no tenemos la varita mágica, nos contentamos con fallarle nuevamente. Quién sabe, con el título cerrado y con los pilotos de Red Bull -teóricamente- libres para luchar, qué pasará. El tiempo dirá. Deprimido.

Lewis Hamilton: 5 – No es una cuestión de conducir duro, de luchar, de intentarlo siempre y como sea, de llegar al límite y más allá, de pertenecer a otra época. Esto no tiene nada que ver: Lewis corre muy mal en Suzuka. Punto. Por supuesto, el pinchazo que sufrió en la octava vuelta no le ayudó, pero durante toda la carrera se mostró psicológicamente agotado, poco decidido, poco incisivo. La única nota de color llega con el ya canónico contacto con Massa. Un contacto que recuerda mucho al escritor, mucho más violento, con Kobayashi en Spa, dinámicas más o menos similares. Y excusas idénticas: en ambos casos Lewis afirma no haber visto a su oponente. ¿Lo creemos? Sí, lo creemos. Y por eso mismo -o mejor dicho, también por esto- lo rechazamos. Porque errores como este ya no son aceptables. En cualquier caso, aparte de los coches chocadores, parece mentalmente cansado, como si estuviera esperando el final de este año. Al fin y al cabo, hay campeonatos en los que todo o casi todo sale mal y no ves la hora de dejarlo atrás. Y 2011 parece ser uno de ellos. Harto.

Botón de Jenson: 10 –Se merece un diez. Y sabes por que? Porque a tres vueltas del final, con Alonso remontando, se burla de las bromas de los distintos comentaristas -que quieren que esté en plena crisis de neumáticos por haberlos usado demasiado al inicio del stint- marcando la vuelta rápida de la raza. Del aplauso abierto del escenario, un número de Circo (o quizás de Circo...). Lo cual imaginamos que completó con una sonrisa satánica debajo de su casco. La sonrisa de alguien que sabe mucho. Y también sabe contarlo. Dirige el partido como sólo él sabe hacerlo ahora, con la habilidad consumada de quien sabe leer entre líneas y reconoce siempre el momento en el que hay que atacar y darlo todo. O mejor dicho, los momentos: al final del segundo stint y en la salida del coche de seguridad. Pone en crisis a Hamilton, consiguiendo su tercera victoria del año, una más que en 2010, celebrando así su reconfirmación en Woking. ¿Qué más decir? Que no nos gustó demasiado su forma de quejarse del cierre de Vettel en la salida. Ciertas cosas se hacen, están ahí y hay que aceptarlas sin quejarse. Y esa sería la única razón por la que podríamos quitarle los diez. Pero ya casi es fin de año, todo el mundo está mejor. Incluyéndonos a nosotros. Implacable.

Fernando Alonso: 10º – Sí, también le debemos la máxima puntuación a Fernando. Porque el segundo puesto obtenido en Suzuka es sobre todo obra suya. Harina de su capacidad para llevar a la Roja más allá del límite sin destrozar los neumáticos, harina de su frialdad al resistir el regreso de Vettel y harina de su maldad al presionar a Button hasta el final de la carrera. Hacer más, objetivamente, nos parece imposible con el Ferrari actual. Ferrari que, por supuesto, lleva meses con el desarrollo parado. En estas condiciones es difícil mantener alta la malicia. Pero no para el asturiano. Por supuesto, ambos adelantamientos -Hamilton y Vettelli- los realiza en boxes, y el único realizado en pista es el de Massa (que entre otras cosas le había ganado en la clasificación: le costaría medio punto, pero como mencioné, hay una atmósfera de los últimos días de clases...). ¿Pero no será un demérito? Granítico.

Felipe Massa: 5 -La mejor frase -y probablemente la más acertada- la pronunció el inoxidable Pino Allievi al final de la carrera. "¿Masa? Hoy, para ser honesto, ni siquiera habría corrido mal. Pero no sé por qué, pero nunca está ahí al final de la carrera". Impecable. Agregar más es imposible. Vence a Alonso en la clasificación, empieza bien y luego, a medida que avanza la carrera, pierde. Todavía juega a los coches chocadores con Hamilton - inocente, pero ahora estamos en la broma - poniéndole una correa que, según admite su propio ingeniero, no le causa ningún daño importante. Entonces Hamilton vuelve a pasarle y se queda clavado en los escapes de Michael Schumacher -¿dónde hemos visto ya esta escena?- sin poder pasarle. En resumen, no muchas cosas. No corre mal, considerando todo, pero nunca llega al final de la carrera. ¿Y dónde escuchamos esto también? Perdido.

Michael Schumacher: 8 - Etcétera. Con Rosberg atrapado en la clasificación, le corresponde a él impulsar la camioneta Mercedes hacia adelante - literalmente... - hasta el fin de semana japonés. ¿Como en los viejos tiempos? Bien quizás. El hecho es que maximiza el potencial del Mercedes, que no es un coche líder, manteniendo detrás al final de la carrera a un Ferrari que no es un coche líder pero que ciertamente lo es más que la Flecha de Plata. Entre otras cosas, también superó a Petrov. Y por favor. Vuelve a saborear la alegría, más bien efímera y artificial, de liderar una carrera gracias a los juegos estratégicos. Y se sitúa a sólo tres puntos de Rosberg en la clasificación del campeonato. Levanten la mano los que hubieran pronosticado esto antes del GP de Canadá. Ahora pensaréis que estamos locos, pero os sorprenderemos con una afirmación: a sus 42 años, si decide seguir, sólo puede mejorar. Montañeses.

Nico Rosberg: 8:XNUMX – Víctima inocente en clasificación de los caprichos de un Mercedes que, además de lento, también resulta frágil, se ve obligado a emprender una remontada desde el fondo de la parrilla. Sabe no dejarse atrapar por el frenesí y las ganas de exagerar, tener paciencia y recuperar terreno sin correr riesgos excesivos (a pesar de haber ganado ya 5 posiciones en la cuarta vuelta). Esto también es madurez. El coche de seguridad le ayuda a recuperar terreno, la determinación (ver los adelantamientos de Petrov y Di Resta) también, y al final consigue una décima plaza muy digna. En una pista donde adelantar no es tan fácil. Pero la madurez también significa no reírse en la cara, aunque se le escape una sonrisa, de Stella Bruno, que le pregunta si podemos esperar un podio para Corea. Con el desarrollo de la máquina, como es bien sabido, se detuvo durante meses. Algunas cosas no se pueden comprar. Para todo lo demás está -a veces- Mamma Rai. Brillante.

Bruno Senna: 4,5 – No entendió nada. Literalmente. O mejor dicho, hasta la primera curva todo estuvo bien. De hecho, incluso empezaría bien, pero acaba fuera - dice empujado por su compañero - y pierde una avalancha de posiciones. Y a partir de ahí es una auténtica tortura. Primero lo adelantó Maldonado y luego Barrichello, terminó desviado un par de veces y al final terminó decimosexto. Está bien la falta de experiencia, está bien la desventaja, está bien todo lo que quieras. Pero esta vez no se trata de recomendaciones o no: Bruno simplemente corre mal. Por Dios, siempre puede haber una mala carrera, por el amor de Dios. Y hay que rechazar la actuación, no el conductor en su conjunto. Sin embargo, el desempeño en Japón es en gran medida insuficiente. Negativo.

Vitali Petrov: 7 – Le mandan a pista con una estrategia aparentemente extraña, que implica sólo dos paradas y la salida con los neumáticos de menor rendimiento. Extraño, pero sólo en apariencia. Porque en realidad, considerando todo, el juego vale la pena. Sobre todo porque el bueno de Vitaly consigue mantener un ritmo global decente en la primera mitad de carrera, aquella en la que la competitividad de los coches con neumáticos más adecuados se resiente. Pierde posiciones, es cierto - Michael Schumacher, Sutil, Rosberg - pero no tiempo, que es el factor clave a la hora de preparar carreras como ésta. Y al final, con los neumáticos blandos, todo vuelve a la normalidad con el éxito de los Force India y el Sauber de Kobayashi. Y probablemente, con unas vueltas más, podría haber alcanzado a Pérez también. Pero con el Renault en Suzuka, y teniendo en cuenta lo que hizo Senna, que también le culpa por el error en la primera curva, estuvo bien. Porque, con riesgo o sin riesgo, los cálculos siempre se hacen al final. Jugador de póquer.

Rubens Barrichello: 6 –Hay años en los que todo sale mal, o casi todo sale mal. Lo dijimos de Hamilton, y nos vemos obligados a repetirlo también sobre el 2011 de Williams. En Japón el coche ni siquiera estaría tan mal y con un poco de suerte incluso se podrían sumar puntos. Pero la entrada cuestionable del coche de seguridad empuja a los dos pilotos de Sir Frank a retroceder. Es una pena sobre todo porque la rivalidad que está surgiendo entre el joven venezolano y el abuelo Rubens estaba dando ideas interesantes a la carrera. Tras retroceder en la salida, el brasileño se abre paso a codazos y adelanta a Senna, Maldonado y Alguersuari. Luego, como ya hemos dicho, el coche de seguridad arruina sus cálculos y se encuentra muy por detrás, sin siquiera demasiada culpa. El compromiso está ahí, se puede ver a un kilómetro de distancia. Y no creemos que sea correcto rechazarlo. Él lo está dando todo. Generoso #1.

Pastor Maldonado: 6 – Al juzgar a Barrichello iniciamos una discusión que también habla de él. Y que no es muy diferente al del brasileño. El compromiso está ahí, como lo demuestran los buenos adelantamientos realizados contra Senna y Alguersuari, la lucha interna con Barrichello, la frenada a la entrada del pit lane antes de cambiar los neumáticos para intentar ganar cada céntimo, la determinación mostrada con un estilo de conducción enojado y decidido. Pero al final, aunque penalizado menos que su compañero de equipo por el coche de seguridad, acabó decimocuarto, por delante de Rubens pero a años luz de la zona de puntos. Pecado. Quizás con una estrategia diferente las cosas podrían haber sido diferentes. Pero los problemas están llenos de retrospectiva. Y luego nada que hacer. Generoso #2.

Adrián Sutil: 6,5 – He aquí otro miembro del partido «¿Pero por qué diablos en 2011 tenemos que sacar el coche de seguridad aunque sea para quitar un pequeño trozo de carbono que ni siquiera está del todo en camino? Bah…". De hecho, Adrian es probablemente uno de los miembros fundadores del partido. Porque iba con tranquilidad por delante de los Renault y porque se había detenido justo una vuelta antes de la entrada del coche de seguridad. Corre bien, adelanta a Petrov y Kobayashi en la pista, tiene que inclinarse ante los Red Bull que acaban detrás de él por la estrategia diferente y que le despintan, no comete errores pero termina undécimo. Sinfonía imperfecta, para el piloto-pianista, pero no desafinada. Y por tanto no ser rechazado. Gelatina.

Pablo di Resta: 6,5 – En una pista complicada se comporta casi admirablemente, siguiendo a su compañero a una distancia prudencial y sin cometer errores importantes. Por supuesto, lo que se dijo de Sutil sobre el coche de seguridad también se aplica a él. Pero es poco lo que se puede hacer, hay que tener en cuenta ciertos acontecimientos y punto. Empieza muy bien, recuperando cuatro posiciones, luego la neutralización borra la ventaja acumulada por los coches que tenían dos paradas programadas y al final de la carrera, con los neumáticos acabados, tiene que ceder ante Petrov y Rosberg. Pecado. Pero el desempeño sigue siendo positivo en términos de orientación y coherencia. Y dado que el destino quita pero a veces devuelve, tiene motivos para ser optimista de cara a este final de temporada. Penalizado.

Kamui Kobayashi: 5,5 – Se desvanece la mejor actuación de su carrera en la clasificación con un comienzo horrible, bloqueado por el imprudente anti-stall. Luego el coche de seguridad también sirve para hacerle perder el tiempo, o al menos eso es lo que afirma el japonés. Da un toque de clase con un bonito adelantamiento a Alguersuari al salir de la horquilla, astuto e inteligente. Pero al final de la carrera sus neumáticos estaban en lona y no pudo resistir la vuelta de Pérez, Sutil y Petrov, que le despojaron y le enviaron a la decimotercera posición, fuera de la zona de puntos. Ciertamente no es así como imaginaba su Gran Premio de casa. Pero esta actuación no resta valor a su temporada, que sin embargo fue positiva. Lo cierto es que, conociendo su carácter fogoso y competitivo, le dolerá bastante ver a Pérez arriba en la clasificación... Esperemos que se consuele con los elogios de Herr Peter Sauber. Estancado.

Sergio Pérez: 8,5 – Es claramente un voto exagerado y nos disculpará. Pero hacer la carrera que hizo el mexicano, como novato, en una pista como ésta, en el Gran Premio de casa de su compañero de equipo, bueno, es un poco más que notable. Y pensar que incluso empezó decimoséptimo. Pero Sergio inventa la misma carrera ya completada -descalificación aparte- en Australia, es decir, con pocas paradas y todo ritmo, regularidad y constancia. Dándose el lujo de darse y darse hermosas maniobras, como las que tuvieron ante Trulli, Kovalainen, Maldonado -hermoso- y Kobayashi. Y perder la vuelta rápida de la carrera por una milésima (!!!!!!!!!!!!), por culpa de ese malo de JB. Muchas cosas. Hay quienes lo querrían en Ferrari. Allievi tiene razón, la verdad es que muy bien -es la segunda vez que lo mencionamos, esperemos que no nos pida los derechos- en decir que todavía tiene que crecer y ganar experiencia. Pero si fuéramos directores de equipo, todavía lo pensaríamos un poco y de buena gana. De hecho -y perdonen el horrible neologismo- de muy buena gana. Glorioso.

Sébastien Buemi: sv – Toro Rosso primero sacrifica la clasificación para ahorrar más neumáticos para la carrera, luego, en la parada en boxes, decide ahorrar aún más ajustando sólo tres. Y sin pensar que tal vez estaba exagerando. Cuando ya sea suficiente, alguien cercano a Faenza debería explicárselo. Y decir que también empezó muy bien. Ávaro [el equipo].

Jaime Alguersuari: 5 – Sale decimosexto gracias a una extraña elección estratégica del equipo que sacrifica la clasificación desde el punto de vista de la carrera. Sale decimosexto, como decíamos, y sale de la primera curva decimonoveno. Se pierde la apertura y se queda atrapado en el tráfico. ¿Otro? Durante la carrera fue adelantado por Kobayashi, Barrichello, Maldonado. Y al final de la feria acabó decimoquinto. Hablar de una raza negativa nos parece una obviedad. Afirma que su Toro Rosso no tenía el ritmo para luchar contra los Saubers. Y también podemos creerlo. Pero delante de él también terminan los Force Indias y un Williams, lo que ciertamente no es un misil. Por tanto, el mal fin de semana concluyó con una carrera anónima. Por supuesto, no se le puede atribuir toda la culpa, pero Buemi, por lo poco que vimos, parecía más concentrado. Veremos si podrá retirarse en Corea. Lento.

Jarno Trulli: 6 – Hay quienes sostienen que el secreto para vivir bien es contentarse con poco, con las pequeñas satisfacciones cotidianas que la vida nos ofrece día tras día. Entre ellos también se encuentra Jarno Trulli. Que conduce un Lotus, que por enésima vez tiene problemas en la caja de cambios -que afortunadamente se solucionaron- y que vuelve a terminar detrás de su compañero de equipo. Pero a toda velocidad, subraya con orgullo al final de la carrera. Ayudado por el coche de seguridad, por supuesto, pero aún sin ser superado. Sin banderas azules. Con lo que está pasando el convento, obviamente hay algo que celebrar. Y nosotros, que tenemos hacia Jarno un corazón tan tierno como el Atún Insuperable, ese que se cortó con un palito de pan (pero ¿para qué querría uno cortar el atún con un palito de pan?? bueno, misterios...) no lo tenemos Si lo tenemos, sentimos que interrumpimos este idilio al rechazarlo. Estamos casi al final de temporada, como decíamos más arriba, y nos encontramos un poquito mejor. Seráfico.

Heikki Kovalainen: 7 – Medio voto - abundante - más por la maravillosa salida, que le ha hecho deslizarse como una serpiente entre los demás coches y salir de la primera curva en decimocuarta posición. Excelente. Luego sufrió el regreso de Pérez y Senna, pero aún así mantuvo atrás a Trulli, que siempre destacó en Japón, durante toda la carrera, terminando como de costumbre en el primer lugar entre los pilotos de los nuevos equipos, con la satisfacción adicional de no ser superado. También merece el premio a la espontaneidad por lo que dijo al final de la carrera sobre su salida. Escucha aqui. «¡Qué comienzo! En la radio incluso escuché a uno de los ingenieros reírse y contarle a otra persona lo brillante que fue mi comienzo, y luego pensé: '¡No! ¡No lo digas ahora, carajo, tengo que seguir con la carrera!'". Se abre el aplauso del escenario y la votación disminuye. La persona que le escribió la semana pasada estaba en Rovaniemi, la ciudad natal de Heikki, cerca del Círculo Polar Ártico, y después de haber estado a punto de pelearse con algunos nativos locales -aunque todavía no entiende el motivo- nunca habría pensado que algo Así existía una próspera tradición cómica-supersticiosa local. Cosas que darían envidia al teatro napolitano. Nunca dejas de aprender. Histrión.

Daniel Ricciardo: 6,5° – Sexto Gran Premio de Fórmula 1. En un momento incluso se encontró por delante de los Virgins. Le da a Liuzzi un claro segundo en la vuelta de carrera y llega a meta 55" antes que el italiano. En una pista técnica y accidentada, no comete errores, es constante, correcto en las vueltas, termina a sólo dos segundos de D'Ambrosio y, sobre todo, sigue mejorando vuelta tras vuelta. Sinceramente de un novato, en un coche como el HRT sería razonable esperar incluso menos. Lo repetimos una vez más: el pequeño está creciendo bien. Es inteligente, preciso, meticuloso. Se merece, como mínimo, un año más en la F1. Pídale confirmación a Tonio Liuzzi. O tal vez no... Bien hecho.

Vitantonio Liuzzi: 5,5 – «Cada carrera es una agonía, un calvario. Es difícil correr así. Para no volverse loco se necesita paciencia, espíritu de sacrificio y capacidad de conformarse con las miserables satisfacciones que la pista puede ofrecer". Escribimos esto con motivo del Gran Premio de Italia. Y nos vemos obligados a repetir esto. Antes de la carrera completa sólo 13 (trece) vueltas. Demasiados pocos para arriesgarse a una configuración apenas decente. Demasiados pocos para tomar las medidas de una máquina que además está estropeada y nerviosa. Pero de todos modos lo dejaron ir, y con razón. Da lo mejor de sí, termina fuera de la pista en las primeras etapas de la carrera y alcanza a su compañero de equipo debutante durante casi un minuto al final de la carrera. ¿Qué más decir? Imposible dejarlo. Pero igualmente imposible promoverlo. Dañado.

Timo Glock: 5,5 – Perdónanos, pero por una vez queremos informar íntegramente de sus declaraciones posteriores al partido. Ser paciente. «Hice una buena salida, salí por fuera y logré alcanzar a Jérôme en las dos primeras curvas, casi golpeo a Trulli. Me empujó y acabé en el césped y no pude mantenerme en la pista, volví a perder la posición y acabé detrás de Jérôme. Me quedé atrapado detrás de él en el primer stint y destruyó mis neumáticos, y también fui un poco más rápido que él. Hemos parado pronto, pero el neumático trasero derecho no funcionaba bien y he perdido cuatro o cinco segundos, y Jérôme ha podido alejarse. Logré pasar por delante de Jérôme, pero al final fue difícil con todas las banderas azules, tuve algunos momentos difíciles. Tenemos que volver a comprobar la puesta a punto del coche, porque estaba bien, pero nada mágico". ¿Algo que añadir? ¿El giro a mitad de carrera en perfecta soledad? ¿O el hecho de que su compañero de equipo, en su primera temporada en la F1, estuvo delante de él durante la mitad de la carrera y aun así terminó con el escape? Pero no, mejor no enfadarse. ¿Qué más decir? Ahora está listo para conseguir una plaza en Ferrari, como segundo piloto. ¿O no? Quejica.

Jérôme d'Ambrosio: 6 – En su primera experiencia en Suzuka con un F1 se defiende admirablemente, entablando una buena pelea con el único piloto capaz de garantizar una comparación justa - su compañero de equipo - y terminando detrás de él sólo gracias a una estrategia diferente, aunque con mucho menos experiencia. Termina a sólo dos segundos de Glock, prácticamente marcando su propia vuelta más rápida. Es cierto que Vettel lo insultó durante un doblaje. Incorrecto, la verdad, un poco exagerado: vale, facilita los adelantamientos, pero desaparecer por completo es más un acto de Circo que un acto de Circo (¿dónde habíamos oído esto también?). ¿O no? Bromas de cuarta categoría aparte, nos gustó. Y le concedemos la suficiencia. Al menos por la paciencia que muestra al conducir, cada fin de semana, lo que es sólo un pariente lejano de un coche de F1. Como una virgen. Insultado.

Manuel Codignoni
www.f1grandprix.it

Motorionline.com ha sido seleccionada por el nuevo servicio Google News,
si quieres estar siempre actualizado sobre nuestras novedades
Síguenos aquí
Leer otros artículos en Eventos

Deja un comentario

comentarios 58

Il tuo correo electrónico indirizzo no sarà publicado el. Los campos necesarios están marcados *

Artículos Relacionados