En Maranello se está trabajando antes del parón estival para preparar las dos últimas carreras europeas: el objetivo es disponer de coches más rápidos y repeler los ataques de McLaren y Lotus, que se han unido a Red Bull en la lucha por el título.
A pesar de no brillar en Hungaroring, Ferrari tiene motivos para sonreír antes de las vacaciones de verano, aunque habrá trabajo por hacer antes de Spa y Monza.
El asturiano en Hungría tiene claro los puntos en los que el F2012 aún necesita mejorar, pero está contento con el hecho de que Webber saldrá mañana 11º: una ventaja en la lucha por el Mundial. Y podría llover