Red Bull: como perderse en un bidón de agua

Y las latas finalmente explotaron.

Sea cual sea el final de este Mundial, la dirección del equipo Red Bull tendrá que afrontar un duro examen de conciencia. Porque, ante una clara supremacía en la velocidad, resulta cada vez más increíble cómo este equipo está literalmente desperdiciando la oportunidad de ganar los dos Mundiales.

El doble cero coreano es una roca que tiene sabor a un KO final, de esos del que no te levantas en 10 segundos.

Pilotos, Estrategia, Fiabilidad. Estos son los puntos en los que la selección austriaca mostró sus fallos durante el año. Analicemos estos tres factores:

Los pilotos

Vettel seguido por Webber, poco antes de la caída del australiano

Vettel y Webber. La primera y última oportunidad de ser Campeones. Dos personalidades diferentes por generación, dos chicos que no se quieren y que se vieron obligados a compartir un ambiente en el que el mayor "arruinó" los planes del favorito de Chris Horner.

Sebastian es más fuerte que Mark en términos de velocidad. Lo demostró sobre todo en la clasificación, en la vuelta rápida. Pero, para que así sea, todo debe salir bien. Los graves errores de este año se ven compensados ​​por el hecho de que todos los aspirantes al título no se han librado de este punto de vista. Sin embargo, quedan en la memoria el choque con Webber en Estambul y el de Button en Spa: Sebastian es a menudo víctima de excesos de entusiasmo cuando se ve obligado a perseguir. Está bien ser contador, pero también hay que saber cómo atacar cuando sea necesario. En cualquier caso (aunque no sea culpa suya, hablaremos de ello más adelante), Seb estuvo por debajo de las expectativas. Veremos ahora cómo afrontará las dos últimas carreras a 25 puntos del líder Alonso.

Mark, en Corea, se alineó con la cantidad de errores estacionales de sus compañeros en el camino hacia el título. Después de haber llamado decisivamente a la puerta de Hamilton en Melbourne, haber probado los alerones de Red Bull en Valencia sobre la cabeza de Kovalainen y haber acompañado una vez más a Hamilton hasta el abandono en Singapur, en Yeongam se topó con el mismo tipo de error cometido por Alonso en Spa. Los bordillos mojados (y ese maldito césped sintético) cumplieron plenamente su papel de trampas. Pese a ello, el australiano fue protagonista de una excelente temporada, muy por encima de las expectativas y con mejores resultados que su compañero. No sólo él, sino también en su muro de boxes no se esperaban cuatro victorias en 2010. Hay una cosa que decir a su favor. La preferencia por Vettel ciertamente no le ayudó psicológicamente, pero hasta ahora lidera el Campeonato del Mundo con razonable regularidad, aunque parece haberse desvanecido ligeramente en la última parte de la temporada. Aún le quedan dos carreras para redimirse y ganar su primer Mundial a sus 34 años. Sabe que podría ser su única oportunidad. Veremos si puede hacerlo.

Estrategia

Entre estos tres, uno está infiltrado.

Como se mencionó, y como es bien sabido, Vettel es el favorito del muro de Red Bull. Esto significó que, a pesar de las excelentes actuaciones de Webber, nunca se decidió confiar y apoyar completamente al australiano para la lucha por el título, en nombre del deporte y de la igualdad de condiciones entre los dos pilotos. La impresión (nuestra provocación) es que en realidad no se dio ninguna orden simplemente porque hasta ahora el piloto que iba en cabeza era esencialmente el equivocado. Incluso después de Yeongam, con la posibilidad real de perder ambos títulos, Red Bull no quiere apoyar a Mark, que en total está a sólo 11 puntos de la cima, mientras que Vettel está a -25. Francamente, parece una decisión arriesgada para un equipo que está luchando por el Campeonato Mundial por primera vez y sólo podría tener esta oportunidad (como Brawn el año pasado). Si después de Interlagos Seb supera a su compañero de equipo en la clasificación y todavía tiene posibilidades de disputar el Mundial, tenemos curiosidad por ver cómo quedará el muro austriaco. Lo cierto es que Chris Horner está asumiendo una gran responsabilidad y está arriesgando mucho con esta táctica. Todo lo que queda es "esperar y ver".

Confiabilidad

Estamos seguros de que Seb hubiera preferido agitar el champán.

Vayamos al punto doloroso y grave. El gran Enzo Ferrari decía que el mejor coche es el que se rompe inmediatamente después de la meta. Bueno, este no es exactamente el caso de Red Bull. Si los dos Campeonatos del Mundo aún no se han celebrado en alguna isla tropical, la culpa se debe también a los demasiados problemas técnicos que ha tenido otro coche muy rápido y al mismo tiempo muy frágil, diseñado por Adrian Newey.
Pregúntale a Sebastián Vettel. En Bahréin, en la carrera inaugural, tuvo que dejar la victoria y el segundo puesto a los Ferrari de Alonso y Massa, y el último escalón a Lewis Hamilton. En Melbourne se vio obligado a retirarse debido a un problema en los frenos cuando lideraba cómodamente. En Barcelona, ​​por un problema de temperatura tuvo que dejar la segunda plaza a Alonso pero también había perdido la tercera plaza a favor de Hamilton antes de que este último se estrellara. En Yeongam, como sabemos, tuvo que despedirse de otros 25 puntos por un fallo de motor. Si hacemos algunos cálculos rápidos, estamos en la friolera de 66 puntos perdidos por problemas técnicos. Súmalos a los 206 que tiene actualmente..

Adrian Newey no parece recordar el pasado. Ya en Mclaren los monoplazas que diseñó padecían graves problemas de fiabilidad. Me viene a la mente el Mp4/18, un monoplaza del año 2003 que nunca salió a la pista debido a los numerosos problemas encontrados, y el Mp4/20 de 2005 que, de hecho, convirtió la temporada de Kimi Raikkonen en un continuo handicap para Fernando. Alonso, por fallos en carrera (cuando lideraba) o en clasificación que le obligaron a salir diez posiciones atrás el domingo. Nada que decir sobre la profundidad técnica de la persona, pero en la Fórmula 1 la fiabilidad es un aspecto muy importante, y no basta con tener disponible el monoplaza más rápido de todos para conseguir victorias y Campeonatos del Mundo. Incluso sacrificar una décima parte para conseguir puntos seguros habría hecho que este coche fuera casi imbatible en largas distancias.

Conclusión
El Campeonato del Mundo parece (nota para los supersticiosos: ¡parece!) haber seguido el camino de Maranello, especialmente porque Red Bull está haciendo todo lo posible para perderlo en lugar de ganarlo con Mark. Porque si es cierto que, en cualquier caso, el Can sigue siendo el coche con mejores prestaciones en términos de velocidad, dos victorias pueden no ser suficientes para cambiar la balanza. Si luego, a falta de dos carreras, todavía esperan a Seb en el muro, fingiendo que Webber corre para otro equipo...

Son felices.

Alejandro Secchi