Boletas de calificaciones del Gran Premio de Alemania

Boletas de calificaciones del Gran Premio de Alemania

Zeltweg 2002. Rubens Barrichello lidera por delante de Michael Schumacher. A pocos kilómetros de la meta, Jean Todt pronuncia las fatídicas palabras "Dejen pasar a Michael por el campeonato". En el podio, el alemán ganador es recibido con una ráfaga de silbidos. Ocho años y dos meses después la historia se repite, esta vez en Hockenheim, y de nuevo con un piloto brasileño, Felipe Massa, obligado -por así decirlo- a ceder el paso al jefe del equipo. ¿Bien? ¿Equivocado? No creemos que este sea el lugar para hablar de ello. Sólo nos interesa el deporte. ¡Disfruta la lectura!

Botón de Jenson: 7,5 - Quien va lento y constante gana. No va exactamente lento, creemos que está bastante sano pero sin duda llega lejos. Con los neumáticos blandos, es obvio. Empieza muy bien pero se equivoca en la primera curva y acaba muy abierto, perdiendo posición frente a Hamilton y Webber. Prolonga indefinidamente el primer stint y consigue así recuperar al menos la quinta plaza del australiano. Todo lo demás es aburrido. Continúa con Hamilton - ah, Poltronieri... - hasta la meta. Muele puntos preciosos, sin desastres pero con la consistencia de un martillo. Probablemente fue difícil hacer más. Pero sin el lío del principio… Formichina.

Lewis Hamilton: 8 – Como siempre, cuando se trata de mostrar sus atributos, nunca lo piensa dos veces. Busca una apertura que no existe en la salida, pero comprende que si quiere adelantar a Webber debe hacerlo inmediatamente, por lo que inventa una frenada muy mala y adelanta al australiano por la cuarta plaza. Juego terminado. El Mclaren de Hockenheim no vale ni para Ferrari ni para Red Bull y se contenta con mantener la posición. También le dicen que ahorre gasolina, aunque sea económico. Probablemente era imposible hacer más que eso. De hecho, mantener a un Red Bull detrás es quizás incluso demasiado. (lo habitual) Asesino.

Michael Schumacher: 6,5 – La aventura es dura. Mucho. Se perdió la Q3 por 8 milésimas -y eso también es mala suerte- pero hizo una gran salida que le valió tres posiciones. Continúa con regularidad hasta la parada, se ofrece un bonito duelo con Kubica que, saliendo de boxes, le retiene, cede la posición a su compañero que había retrasado la parada en boxes y resiste los ataques - no demasiado convencidos - de Petrov hasta la meta. Todo por un noveno puesto. Surge la pregunta: ¿merece la pena? Si a él le parece bien, ¿por qué no? No parece fuera de lugar en comparación con Rosberg, que todavía es 16 años menor que él, Haug prácticamente lo ha confirmado también para 2011... y así sucesivamente. Optimista.

Nico Rosberg: 6,5:XNUMX – El único ranking en el que está arriba es el de paradas en boxes más rápidas y no sabemos si cambió los neumáticos. Está claro, por tanto, que su carrera no quedará mencionada en los anales de la máxima fórmula. Al principio se deja engañar por Schumacher, a quien, sin embargo, le roba la posición en la parada en boxes. Corre prácticamente solo hasta la meta, muy lejos de Kubica. ¿Podríamos haberlo hecho mejor que el octavo puesto? Quizás sí, probablemente no, quién sabe. Lo cierto es que Mercedes parece estar en declive. Y no parece estar esforzándose mucho por cambiar el estado de las cosas. Fatalista.

Sebastián Vettel: 8° – Hace una mala salida desde la pole y se ve atrapado en el síndrome de la primera fila: “Cierra al piloto de al lado y no te preocupes por todo lo demás”. ¿El resultado? Pierde posición frente a Massa -tercero en parrilla- y también frente a Alonso -segundo-, deslizándose a la tercera posición. No está mal, muy mal. Probablemente sufra una reacción psicológica porque inicialmente pierde terreno frente a los dos Ferrari, aunque el potencial para permanecer cerca de él ciertamente está ahí. Así lo demuestra la recuperación en los tramos finales y la vuelta rápida en la última vuelta. Consiguió una tercera plaza que no se podía desperdiciar pero que, con una carrera más inteligente, quizás se podría haber mejorado. Al menos, consigue que Webber vuelva a la clasificación de pilotos. Quién sabe si también jugarán partidos en equipo en Red Bull. Aturdido.

Marcos Webber: 5 –Hay fines de semana que van mal. Las catástrofes no tienen por qué ocurrir necesariamente, pero se nota porque todo gira -sutil pero inexorablemente- hacia atrás. En Hockenheim le llegó el turno. Comete un pequeño error en la Q3 que le hace salir sólo desde la cuarta posición. Después de algunas curvas tuvo que ceder ante la acción imperiosa de Hamilton. En la parada en boxes no puede adelantar, de hecho, incluso tiene que ceder ante Button, que hizo una parada tardía. Entonces el motor empieza a consumir aceite y le dicen que se mantenga cuatro segundos detrás de Button. Preciso. Ni siquiera era relojero ni empleado municipal; con el máximo respeto por estas profesiones, seamos claros. Termina sexto, con cierta infamia y sin elogios. Es difícil darle más. Debilitado.

Felipe Massa: 10 – Merece lo mejor por toda una serie de razones. Porque es un comienzo fabuloso. Porque conduce con generosidad incluso más allá de sus límites, como lo demuestran los numerosos bloqueos y los numerosos derrapes, pero sin cometer errores. Porque resiste con autoridad el primer ataque de Alonso. Porque tiene el buen gusto de no responder a la primera comunicación de Rob Smedley -Fernando es más rápido que tú. ¿Sabes a qué me refiero? - y ni siquiera en el segundo - Ok, ahora continúa así. Lo siento, a pesar de obedecer órdenes. Porque también encuentra fuerzas para estrechar la mano de Alonso al final de la carrera, a pesar de que, por ejemplo, el español pinchó su neumático en Silverstone, destrozando su carrera. Y porque no ahoga a Colajanni - «Fernando fue un poco más rápido y consiguió pasar» - ni a Domenicali - «No te preocupes por adelantar, olvídalo» – demostrando un gran aplomo. Cuando, recordemos, quedan ocho carreras -ni una ni dos- hasta el final del campeonato del mundo. Bien hecho, bien hecho, bien hecho.

Fernando Alonso: 9º – Consigamos un buen diccionario. Ridículo: que hace reír por su comedia, que suscita risa, escarnio, burla. Vettel adelanta en la salida pero es adelantado por Massa. Lo sigue como una sombra durante todo el partido, lo intenta un par de veces pero el brasileño resiste sus ataques con determinación. Se queja por radio de que es más rápido. Y a falta de unas diez vueltas llega el orden del equipo. Colajanni primero, Domenicali luego y Montezemolo incluso después dijeron que esto está bien. Dejando de lado que el reglamento prohibiría todo esto - pero no importa, este año está pasando de todo - cerremos como abrimos. Ridículo: que hace reír por su comedia, que suscita risa, escarnio, burla. Con una aclaración. En Estambul hablamos de cosas turcas entre Vettel y Webber. Bueno, los turcos también desembarcaron en Alemania. En masa. De hecho, en Misa.

Rubens Barrichello: 5,5 – Empieza mal, se encuentra atrapado en el grupo y pierde cualquier esperanza de sumar algunos puntos. Es una pena, porque una vez más había vencido a Hulkenberg en la clasificación y porque, en general, el coche no estaba tan mal. Dice que, en comparación con los coches que tenía delante, no tenía suficiente velocidad para poder adelantarlos, e incluso podríamos creerle. Pero precisamente por eso el sprint de caracol en la salida se vuelve imperdonable. Hizo bien en resistir a De La Rosa en las etapas finales, antes de que Kovalainen eliminara al español, pero no fue suficiente. También porque había estado muy fuerte en las últimas carreras. Pero, como sabemos, la edad también tiene su peso. Cansado (?).

Nico Hülkenberg: 5,5 – Estrategia diferente pero resultado similar al de su compañero. También pierde la salida, perdiendo terreno. El equipo decide entonces prolongar su primer stint, con neumáticos blandos, prácticamente indefinidamente, manteniéndolo fuera incluso un par de vueltas más de lo necesario, más allá de lo permitido, podríamos decir. El resultado es que De La Rosa le adelanta no una sino dos veces, antes y después del descanso. Bueno, al menos estuvo enmarcado durante mucho tiempo, para felicidad de los patrocinadores. ¿Podría haber sido éste el objetivo final de la táctica? Si es así, me quito el sombrero ante el muro de Williams. Además, ¿por qué quitarse las manos de los aplausos por un decimotercer puesto? Publicidad.

Robert Kubica: 7 – A siete le gusta la posición que se lleva a casa al final de la carrera. Empieza bien, intenta adelantar a Hamilton pero elige el hoyo equivocado y también se encuentra detrás de Webber y Button. Mantiene su posición y tras la parada resiste con autoridad a Michael Schumacher, que intenta robarle la posición con mucha fuerza. Corre constantemente, prácticamente nunca es captado por las cámaras, pero una vez más acumula puntos preciosos. No parece el furor del principio de temporada, pero a la espera de tiempos mejores la cosa va bien. Sólido.

Vitali Petrov: 7 – Lo curioso es que cuando cruza la meta está convencido de haber terminado en la undécima posición, al borde de la zona de puntos. Sólo más tarde descubre que, en cambio, quedó décimo y, por tanto, se llevó un punto. El adelantamiento a Kobayashi, en este sentido, adquiere un significado aún más importante. Ha realizado una buena carrera (es la primera vez que termina en los puntos en seco), rematada con una buena salida, un ritmo decente y una personalidad interesante. Todavía necesita mejorar en la clasificación, pero hay algunos avances. Medio voto más de ánimo. Trabajo en progreso.

Adrián Sutil: sv – Nos abstenemos de evaluar a ambos pilotos de Force India. Hay ocasiones en las que las palabras hablan más que los números. Se le sanciona con cinco plazas por sustituir la caja de cambios. En la salida choca con su compañero y no gana posiciones. Regresa a boxes para cambiar inmediatamente neumáticos y seguir recto hasta la meta. Sin embargo, el equipo, debido al regreso de Liuzzi, se equivoca y lo envía de nuevo a la pista con neumáticos equivocados. Por tanto, deberá volver a boxes. Es decir, prácticamente pierde una vuelta enseguida. No tenemos el coraje de decir nada más. Termina decimocuarto, y quizás eso ya sea demasiado alto. Pobre cosa.

Vitantonio Liuzzi: sv – Quizás nos vendría bien una reprimenda, para Tonio, pero ignorémoslo. Sale 22º y choca con su compañero en la salida, dañando el alerón delantero. Vuelve a boxes, pero también lleva neumáticos equivocados (!!!) y se ve obligado a realizar una nueva parada más temprana. ¿Qué más decir? Incluso en su caso, poco más. El accidente de la salida se vio compensado en gran medida por las deficiencias del muro. Entonces... El decimoquinto puesto es sólo, como diría Mazzoni, para los amantes de las estadísticas. Graziato (del fracaso).

Sébastien Buemi: sv – Cuando después de un par de córners tu compañero se te echa encima - metafóricamente - entiendes que no es un buen día. Y él, que no es tonto, deja el coche en boxes y se retira. Podría haber sido mejor, seguro. Se lo toma con filosofía, pero quizá no tanto: «¿Contacto? Hablaremos de ello más tarde...", dando a entender que las grandes palabras podrían volar. Y quizás no sólo… ¿Manesco?.

Jaime Alguersuari: 4,5 – Ponerse detrás de tu compañero de equipo después de ni siquiera una vuelta no es ciertamente la mejor manera de hacer que el jefe de tu equipo te ame. Ni del jefe del equipo. Ni por la mecánica. Ni por el propio compañero. A decir verdad, son pocos los que serían capaces de apreciar semejante gesto. Quizás algún admirador del género Demolition Derby o similar. Ciertamente no pertenecemos a este grupo. Y no será el decimoquinto puesto lo que mejorará su nota final. Brusco.

Jarno Trulli: sv – Aventaja a su compañero de equipo con unas buenas ocho décimas en la clasificación, demostrando que tiene excelentes sensaciones en la pista alemana. El comienzo también es bueno. Hasta el punto de que empieza a esperar que los problemas de fiabilidad -y mala suerte, podríamos añadir- que le aquejan desde principios de temporada hayan optado por un cambio de rumbo. Y efectivamente hay un cambio, es cierto, pero lamentablemente es el de su Lotus. Y decide que el tiempo de la expiación - pero ¿para qué entonces??? - aún no ha terminado para Jarno. Moraleja: parada en boxes, un par de vueltas lentas y luego vuelta al garaje, definitivamente. ¿Terminará? Quién sabe. Lo que es seguro es que si es cierto que en esta vida pagamos por lo que pasó en vidas pasadas… bueno, algo realmente debería haber hecho Jarno mal. Reencarnado.

Heikki Kovalainen: 4,5 – Su carrera acaba mal cuando inexplicablemente le cierra la puerta a Pedro De la Rosa que le estaba lamiendo a falta de once vueltas. Prácticamente imperdonable. Él admite con franqueza que no lo vio en absoluto, ni siquiera si fuera un conductor distraído, y probablemente sea cierto. Felicitaciones por la honestidad, no por lo hecho. En general no le fue tan mal, aunque por una vez no fue el primero entre los pilotos de los nuevos equipos. Medio punto más por la sinceridad. Distraído.

Sakon Yamamoto: sv – Se necesita coraje y pelos en el estómago para fracasar. Nunca ha sido un destello de guerra, salvo para encontrar financistas, y lo mismo ocurre con su coche. Si a esto le sumamos la experiencia limitada, muy limitada, está claro que es objetivamente ingrato esperar algo más. Se retiró después de 19 vueltas por un problema en la caja de cambios. Ya llevaba dos rounds de retraso, pero eso es todo. La buena noticia es que también debería competir en Hungría. Pero ¿será realmente una buena noticia? Si le conviene... Aún hace falta valor para rechazarlo, decíamos. No lo tenemos. Y la retirada anticipada es una excusa espléndida para descargar nuestras conciencias y suspender el juicio. Incluso los redactores de boletas de calificaciones tienen sus trucos a veces. Lo siento. Atentamente (te explicamos ciertos mecanismos...)

Bruno Senna: 6 – Vuelve a pilotar tras un parón en el Gran Premio y lo hace ocupando la vigésimo primera plaza de la parrilla, lo que no está nada mal. Por supuesto, detrás de él sólo están su compañero de equipo -ver boleta de calificaciones arriba...-, Tonio Liuzzi -víctima de un accidente- y Lucas di Grassi -que no corrió- pero son sutilezas. En carrera intenta hacer lo suyo, no se mete en problemas, es diligente en las vueltas y mantiene un ritmo general decente. Luego, un pinchazo le hace retroceder aún más y termina último. Cuatro vueltas. ¿Rechazarlo? ¿Promocionarlo? Puede que no sea un fenómeno, pero desafiamos a cualquiera a hacer más. Así que también podrías poner tu mano en tu corazón y ser bueno. Agraciado.

Pedro De La Rosa: 6,5 – El equipo intenta hacer con él lo que funcionó de maravilla en Valencia con Kobayashi. Es decir, mantenerlo fuera tanto como sea posible y hacer una fase final de carrera corta y agresiva con neumáticos blandos. Por supuesto, en Valencia el coche de seguridad había ayudado mucho, pero Pedro todavía se estaba dando crédito. Después de un buen adelantamiento a Hulkenberg, se abalanza sobre Barrichello cuando una maniobra inesperada de Kovalainen, vuelta atrás, que primero abre la puerta a Rubens y luego la cierra a la llegada de Pedro, arruina su alerón delantero y destroza su carrera. Es una pena porque venía fuerte, habría atrapado a su compañero y tal vez incluso habría saltado más adelante. La sexta vuelta más rápida es la confirmación de ello. Quizás se le podría acusar de no haber previsto la maniobra de Heikki, pero como sabemos, la bola de cristal en el habitáculo de su Sauber no encaja. Lo siento, lo habrás entendido. Cerrado.

Kamui Kobayashi: 6 – Termina undécimo, justo al borde de la zona de puntos. Parecía un poco aburrido en comparación con las últimas actuaciones. De su carrera recordamos un duelo con Michael Schumacher, en el que el alemán le resistió, y otra batalla con Petrov, con el ruso que le adelantó. No es tanto el resultado lo que no nos convence, sino la entrega mostrada por él, al que le sobra temperamento. Quizás fue sólo un mal día, quién sabe. Sin el accidente de De la ROsda probablemente habría acabado detrás de su compañero. No es para suspenderlo, pero la nota para aprobar está muy estirada. Apático.

Timo Glock: 5,5 – Crea unos bonitos fuegos artificiales en la primera vuelta, cuando se lanza a un torbellino de adelantamientos y contraadelantes con su compañero de equipo y los dos HRT. Pero al final de la feria se encuentra nuevamente detrás de todos. Yamamoto lo adelanta pero se mantiene muy por detrás de Senna, incapaz de atacarlo a pesar de ir un segundo y cuatro décimas más rápido que él. Cruzó la meta tres vueltas atrás en la decimoctava posición. Sin ningún problema técnico. Un poquito, ¿no? Perezoso.

Lucas Di Grassi: 6,5 – En la clasificación no corrió, pero en carrera hizo una salida brillante que le puso por delante de los HRT y de su compañero de equipo. Su potencial y el del coche es el que es, seamos claros. Pero lo intenta, sigue a Kovalainen durante varias vueltas y mantiene el ritmo del Lotus. Luego, sin embargo, con un golpe demasiado violento rompe la suspensión y se ve obligado a despedirse de la empresa. Pero nos gustó. También porque, como ya he dicho, no había hecho mucho durante el fin de semana y prácticamente descubrió el coche en carrera. McGyver.

Manuel Codignoni
www.f1grandprix.it

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