Vídeo Pirelli 3D: Vuelta a la pista en Shanghai

El Circuito Internacional de Shanghai se caracteriza por rectas rápidas y curvas muy largas, lo que supone una dura prueba para los neumáticos. La pista, de superficie lisa, tiene una longitud de 5,451 km, para una distancia total de carrera de 56 vueltas y 305,066 km.

La primera curva se estrecha, ejerciendo toda la presión sobre el frontal izquierdo, que podría estar frío al inicio de la carrera. A medida que esta curva se estrecha, el agarre aerodinámico disminuye y el énfasis pasa al agarre mecánico. Al salir del primer complejo, los pilotos aceleran rápidamente y alcanzan las 280 mph en una curva impresionante en la parte superior del circuito.

La curva 13 es la más exigente de la vuelta: aquí el neumático trasero izquierdo está sujeto a una aceleración lateral que triplica la carga normal sobre la carcasa. Todo se ve acentuado por el peralte del circuito, que presenta caídas en algunos puntos.

Al final de la recta, los pilotos frenan bruscamente para entrar en la estrecha horquilla de derechas (curva 14) que abordan en primera, reduciendo la velocidad máxima producida por más de 830 CV en menos de 3 segundos.

Depende del compuesto del neumático garantizar el máximo agarre para reducir el deslizamiento de las ruedas en la crucial sucesión de curvas que conducen a la recta de salida y llegada.