Boletas de calificaciones del Gran Premio de Malasia

Comentarios semi serios sobre la inundación [y los Gazebos...] en Sepang

Boletas de calificaciones del Gran Premio de Malasia

Organizar una carrera en Malasia durante la temporada de monzones y luego neutralizarla porque llueve demasiado es algo que este escritor nunca entenderá. Tan brillante que es una idiotez. O tal vez todo lo contrario. Está bien. Sorprendentemente, el Ferrari de Alonso emerge de los miradores de Sepang, por delante, igualmente sorprendentemente, del Sauber de Pérez y del McLaren de Hamilton. Carrera interesante, por momentos caótica, divertida. ¡Disfruta la lectura!

Sebastián Vettel: 5° - Y no. Es demasiado fácil culpar a los más pequeños, más débiles y menos afortunados. Específicamente con Karthikeyan. Porque es cierto que últimamente donde está el indio -al que Vettel define cruelmente como un pepino- siempre pasa algo, pero en este caso la culpa del contacto nos parece al menos repartida a partes iguales entre los dos. Véase Spa 2011, explosión de Hamilton-Kobayashi. Sobre todo porque en el toque quien más tenía que perder era el propio Vettel, que por tanto tenía la obligación de prestar no una sino 100 atenciones a ese doblaje. El error eclipsa una carrera dura, con la radio entrecortada (las comunicaciones, como subraya el propio Seb, son fundamentales en carreras como la de Malasia) y un coche que flota en el agua. Literalmente. Fuera de los puntos, su compañero de equipo ahora también le supera en la clasificación. Estamos apenas en la fecha número 2 de la temporada, pero quién sabe. Despistado.

Marcos Webber: 7 – Como suele suceder, empieza a ir fuerte después de la mitad de la carrera. Sin embargo, las diferencias con respecto a lo habitual son diferentes. #1] Por una vez, además de clasificarse bien, también tuvo una buena salida. Hubo un tiempo, no lo vas a creer, en que esto sucedía con regularidad. #2] Además de acertar en la salida, también se comportó discretamente en las primeras vueltas. #3] El ataque final no es un arrebato estéril, pero esta vez suena como "chicos, yo también estoy aquí". Supera a Vettel en la clasificación, aprovecha la colisión Grosjean-Schumacher y mantiene decentemente el ritmo de los McLaren. En la reanudación, sin embargo, tuvo problemas, permitió que Alonso le adelantara y poco a poco fue perdiendo terreno. Terreno que consigue recuperar cuando por fin la pista empieza a secarse. Con neumáticos lisos va más rápido que Vettel y cuando este último entra en contacto con Karthikeyan sube hasta la cuarta plaza. A unos pocos segundos de Hamilton. En definitiva, esto es bueno, también porque ahora también está por delante del alemán en el campeonato. Repetimos: parece mejor que el año pasado. Ya veremos. Tenaz.

Botón de Jenson: 4,5 – Si Vettel se desquita con el pepino, sólo podrá quejarse del improbable plato de penne con salsa de tomate que dispara durante la neutralización. Por Dios, como nos recuerda el buen Mazzoni, «Jenson es un verdadero deportista». Pero el escritor, que viaja mucho por trabajo, si se atiborra de un plato de pasta inmediatamente antes de emprender 300 kilómetros, recibirá un mordisco bestial. Pero entonces vamos, hablemos de ello. El Gazebos. Pasta de tomate. Una cerveza. Una charla. Cosas de una fiesta del pueblo. Vamos, seamos serios. Eso sí, tal vez no tenga nada que ver, pero el contacto con Karthikeyan, del que, sinceramente, JB asume toda la responsabilidad, es, en palabras de Jacques Villeneuve, una capilla gigante. Y perdón por los franceses. Porque en la primera parte de la carrera corre bien, en la parada en boxes también pasa Lewis, y estas son SUS condiciones, SUS carreras. Y a partir de ahí se desploma, se da un cambio adicional de neumáticos, hace algunos adelantamientos bonitos [de memoria: Ricciardo, Massa, Petrov, Rosberg, Ricciardo otra vez] pero nada que aporte puntos a la granja. Decimocuarto. Con pasta en el estómago. Y la conciencia de haber fracasado completamente, por una vez, en una carrera complicada, difícil para decirlo en inglés. Sucede. Avaro.

Lewis Hamilton: 7,5 – ¿Lo decimos? Yo digo. Resulta terriblemente increíble en el papel del contable, la hormiguita, el (ahora nos muerde la garganta) actor secundario. No es muy creíble, especialmente en una carrera tan húmeda, complicada y arriesgada. Sin embargo, así fue. Y los hechos, escuchen, le dan la razón. Aunque tiene mucho de qué quejarse, porque perdió tiempo en dos de las tres paradas en boxes realizadas. En el primero para permitir el paso de Massa en el pit lane -cuando decimos trabajo en equipo- y en el segundo porque tardan una eternidad en quitar la cinta que bloquea las tomas de aire de los frenos. Antes de la neutralización estaba en cabeza, saliendo desde la pole. Luego lucha por seguir el ritmo de los dos de delante y pronto decide conformarse con el tercer puesto. Sí, sí, es Lewis, lo creas o no. Y al final de la carrera ni siquiera parece molesto. Ahora es segundo en el campeonato, a cinco puntos de Alonso. Singular por cierto, pero mientras tanto es él quien trae el pan a casa: a Woking. Entonces eso es bueno. Un disfraz de contable digno del mejor 007. Desprevenido.

Fernando Alonso: 10º – No habrá salvado el trabajo de Domenicali, vale. Pero seamos realistas: bajó varios grados la temperatura del asiento que ocupa el buen Stefano en Maranello. Aunque hay poco de Ferrari y mucho de Alonso en la húmeda victoria malaya. Al principio no se mete en problemas, navega de vista hasta la suspensión y luego se vuelve loco. En la reanudación, Webber pasa con autoridad, la primera vuelta de vals -también conocida como parada en boxes- le proyecta a lo más alto de la clasificación, con los intermedios, y a partir de ahí se hace hueco, manteniendo un ritmo bestial durante muchas vueltas. Así acumula una cantidad de segundos fundamental para cuando, en pista seca, Pérez [!] empiece a ser brutalmente atacado. Y al final, conduciendo con cabeza, mantiene el liderato de la carrera -perdón por el juego de palabras- hasta la bandera a cuadros. Una victoria que amplifica absurdamente los límites del coche, pero que precisamente por eso es aún más fundamental. Porque sumar puntos en condiciones de inferioridad técnica es fundamental desde la perspectiva del Mundial. Queda por demostrar si realmente saben cómo intervenir en la pelirroja para mejorarla, independientemente de lo que digan ciertos Solons en el micrófono. Pero Nando cumplió su papel en Sepang. Triunfal.

Felipe Massa: 4 – En Australia molestamos al pobre Badoer de Valencia 2009. En Malasia nos remontamos aún más en el tiempo. ¿Recuerdas a Ricardo Zunino? Argentino, hijo de multimillonarios, a principios de los años 80 vislumbró la gloria formando equipo con Nelson Piquet en el Brabham de un tal Bernie Ecclestone. Nelson ganó carreras con ese coche, Ricardo, por así decirlo, ni siquiera se clasificó en Montecarlo. Incluso en Sepang, a pesar del cambio de chasis, último intento de recuperar la confianza en el piloto, la actuación del brasileño parecía embarazosa. Lento, a años luz de su compañero, sólo se le ve en meta cuando está a punto de ser doblado por Alonso. Lo único positivo para el equipo fue regresar a la primera parada en boxes, bloqueando la salida de Hamilton y permitiendo que el director de su equipo se pusiera en cabeza de la carrera. Por lo demás, noche profunda. Qué mal que no es verdad, repetimos. No podemos seguir adelante así, por su bien y el del equipo. Inobservable.

Michael Schumacher: 7 – Ya no hay respeto por la edad. Te llaman viejo estúpido. Te siguen diciendo que sí, puede que después de todo estés bien, pero que ya no es para ti. Te dan un auto que te da los sábados como un Leone y los domingos como un Coglione. Ni siquiera era un cubo de Rubik. A pesar de esto persistes en intentarlo. El sábado hiciste un tiempo aterrador, tercero en la parrilla. El domingo llueve, esperas que por una vez el devorador de neumáticos cambie de trabajo. No. Después de dos vueltas y un joven francés te toca el culo - como si fueras un precioso coño - haciéndote hacer una vuelta digna de un vals vienés. Y de ahí a la persecución. Tendrías todos los motivos para bajarte del coche, independientemente de la lluvia, y abofetear a la primera persona que pase. Entonces, para desahogarse. Pero no. Porque eres Crucco, en el buen sentido, un Crucco exitoso. Y luego te arremangas por enésima vez, sufres con la inundación, con las intermedias, con los slicks, con todo. Senna te adelanta. Kobayashi te adelanta. Pero al final te quedas ahí. Y en meta, por las buenas y por las malas -gracias, Seb y Pastor- arañas un punto. Entras con un puntito que da sentido a dos horas pasadas peligrosamente. Un punto más que gente como Massa, por así decirlo. Y delante de tu compañero de equipo. Sensacional, una vez más, por su dedicación y - por Dios - rapidez. Y quién sabe sin Cyclone Grosjean… Inoxidable.

Nico Rosberg: 5:XNUMX – Las consideraciones son siempre las mismas. Ross Brawn no es idiota, sus estrategias funcionan y en un momento Nico llegó incluso a ser cuarto. Pero luego el Pirelli Cinturato se convierte en arcilla, el rendimiento disminuye e incluso tiene que parar una vez más. Vettel, Räikkönen, Webber, Button lo pasan, de nuevo de memoria. Y termina decimotercero, a treinta segundos del Hun de Kerpen. Bueno, aquí está el punto. Si Schumacher está hirviendo, Nico, que soporta la presión del siete veces campeón del mundo tanto en la clasificación como en la carrera, a pesar del accidente con Grosjean, necesita ser abofeteado. Si Nico es un fenómeno, entonces Michael es todo menos estúpido. En ambos casos nos resulta difícil promocionarlo. Porque sufrir por un coche incapaz de mostrar consistencia puede suceder. Ser menospreciado por un tío mayor que todo el mundo cree que está cerca del Alzheimer puede ser un poco más fácil. Necesitamos un baño de humildad. De él y de todos nosotros que con demasiada frecuencia hemos descartado las actuaciones de Schumacher como patéticas. No es que vaya a convertirse en un fenómeno a partir de hoy, eso sí. Pero tal vez merecía más respeto. En cuanto a Nico, depende de él, sólo de él, demostrar su valía. Engañado.

Kimi Räikkönen: 8,5º – En la clasificación supera a su compañero. En carrera es constante, consistente, enérgico cuando es necesario (ver adelantar a Rosberg) y sensato cuando es necesario. Termina quinto, sin ningún fallo, después de mantener durante mucho tiempo el ritmo de Webber. Esto por sí solo sería suficiente para darle un gran voto. Si a esto le sumamos que, en parrilla, estaba cumpliendo una sanción por cambiar la caja de cambios, y que era la primera vez que se encontraba conduciendo en mojado con estos neumáticos después de dos años de inactividad... bueno, Señores, estamos ante algo muy parecido a una obra maestra. ¿Quieres la guinda del pastel? También tenemos eso, y es la vuelta rápida en carrera, en la segunda prueba tras regresar a la F1. El mango está ahí, sin problemas. Y si Lotus no se ve envuelto en una crisis técnica como la de 2011… pues le quitará su gran satisfacción. Kiitos, Kimi.

Romain Grosjean: 4,5º – Dos errores en menos de un cuarto de hora, el segundo de los cuales fue fatal. Segundo abandono instantáneo en dos carreras. El entusiasmo está bien, la juventud está bien, pero ya es suficiente. También porque en este caso, además de su propia raza, también comprometió la de un colega. Condiciones difíciles, claro, pero iguales para todos. Se necesita una ducha de hielo. Torpe.

Pablo di Resta: 8 – Si Force India sigue sin convencer en su boleta de calificaciones, pero este es su problema, no el suyo, no se puede decir lo mismo de los dos pilotos del equipo de Mallya, por quienes el abajo firmante tiene claramente una debilidad. Y desde Sepang llega una bonita inyección de confianza para la autoestima del escritor. Porque el escocés corre bien, con una sabiduría táctica encomiable. Es uno de los primeros en detenerse para ponerse los Full Wets y la apuesta parece dar sus frutos. Pero luego toca levemente a Maldonado y esto le hace perder el tiempo. Pero en la reanudación mantuvo un excelente ritmo, se deshizo inmediatamente de Vergne y navegó -literalmente- bien dentro de la zona de puntos -y muy por delante de su compañero- hasta la meta. Por supuesto, el adelantamiento de Senna inmediatamente a las 3/4 partes de la carrera duele, pero está bien. El séptimo puesto es un resultado excelente. Y los puntos acumulados en suelo malasio son pesados ​​y valen oro real. Inteligente.

Nico Hulkenberg: 6,5 – Primera bandera a cuadros del año y primera puntuación para el rubio alemán afincado en Grove. Sufrió un poco por la lluvia, también porque la primera parada en boxes después de la suspensión quizás se retrasó un poco y esto le hizo perder terreno, y a partir de cierto momento dio la impresión de estar más atento a la meta: terminar noveno - que al rendimiento. Pero hay más que eso. Podemos imaginarlo fácilmente siendo todavía un alambre oxidado, y en condiciones húmedas, húmedas, semisecas, etc., en su situación - y con su reputación de destructor de autos - el huevo de hoy es mucho mejor que una gallina imaginaria mañana. . Recordemos que en la época de Williams no era Mallya quien estaba en boxes sino Patrick Head... Y también porque, para ser honesto, di Resta pagaba dos posiciones, pero sólo tres segundos por detrás. Eso está bien, por ahora. Precavido.

Kamui Kobayashi: 6 – Sobre todo, también es lamentable. Primero porque el muro de Sauber intenta diferenciar estrategias, y si gana el de Pérez, el suyo en cambio no causa estragos. Entre otras cosas, se detiene para montar en Full Wet justo antes de la neutralización. De la serie "una vuelta más y todo cambia". Luego sufre problemas de frenos, que le llevarán a retirarse, y finalmente retrasa el cambio a neumáticos de seco a la espera de un aguacero que no llegará hasta el final de la carrera. En medio de este recopilatorio de mala suerte, una buena salida, el adelantamiento sufrido -por fuera- por Ricciardo y Senna y el concedido a Schumacher. Y, creemos, muchos arrepentimientos. En definitiva, parece injusto rechazarlo, también porque no recordamos ningún error importante. ¡Coraje!

Sergio Pérez: 10 – Si quieres creerlo, te preguntarás si el Papa, de visita en México, no le envió algún tipo de ayuda del cielo. Para ser aún más soñador, si hubiera estado con neumáticos lisos en la misma vuelta que Alonso, habría tenido posibilidades reales de ganar el Gran Premio. Si queremos ser racionales, el segundo lugar probablemente sea aquel en el que todos estén de acuerdo, el piloto, el muro de boxes, los ingenieros. Y también los automovilistas, vayan. Pero eso está bien. El garaje le conduce perfectamente, dejándole neumáticos intermedios en la pista inundada, y es una apuesta que merece la pena, dada la neutralización. Pero a partir de ahí el resultado es todo suyo. Fruto de su pie, de su sensibilidad al volante, de su frialdad. Lástima por el error cuando ahora estaba en el escape de Fernando. Ciertamente eso «NECESITAMOS ESTE PUESTO» Eso no lo hizo más feliz. Pero el rendimiento y también la ubicación se mantienen. Ah, una última y necesaria: Sergio es en todos los aspectos un conductor de pago. ¿Qué le faltaba respecto a otros, bien pagados, vistos en Sepang? ¿Un contrato con un equipo de rojo, dices? Mmmm. Legendario.

Daniel Ricciardo: 6,5° – Esperábamos más, no se puede negar. Sin embargo, el australiano tuvo problemas al inicio de la carrera y, a diferencia de su compañero de equipo, fue inmediatamente detenido por el muro para sustituir los neumáticos intermedios por los Full Wet. Una elección conservadora que, sin embargo, le devuelve a la situación salvaje. En cierto momento comienza a montar un espectáculo. Se involucra en duelos con Senna, Kobayashi, Senna nuevamente, Button, Massa, Button nuevamente. Es autor de espléndidos adelantamientos por fuera, a menudo lo incriminan, patea el suelo. Pero, como sucede a veces, quien hace una escena no suma puntos y viceversa. Vergne, favorecido por la estrategia, hace de hormiga y se lleva el pan a casa. Recibe los aplausos pero regresa a boxes con hambre. Todavía nos mantuvo entretenidos. Las opciones de caja no lo recompensaron, nosotros sí. Después de todo, incluso si lo hacen interpretar el papel de un hombre con experiencia, es a todos los efectos un pseudo-debutante en su primera temporada completa en el Circo. ¿O no? Empresario.

Jean-Éric Vergne: 8 –Él, en cambio, es deb sin pseudo. Y en la segunda carrera de Fórmula 1 consiguió los primeros puntos de su carrera, sobre todo en pésimas condiciones. Al principio el equipo lo deja fuera con los intermedios. Permanece en pista - según él mismo reconoce - casi por milagro, pero la neutralización le da una séptima plaza provisional con la posibilidad de poder empezar de nuevo en Full Wet. Barba y pelo, por supuesto. En la reanudación se deja engañar por Massa [!!] y después incluso di Resta le adelanta, pero sabe no cometer errores y al final se verá recompensado con el octavo puesto. Tanto más precioso cuanto que, vale la pena repetirlo, se trata de un resultado que llega en la segunda carrera de la máxima Fórmula, bajo una lluvia torrencial. Se venga de la vergüenza -si podemos llamarla así- del adelantamiento sufrido en la última curva en Australia. Y gana puntos de equipo. ¿Qué más? Navegado.

Pastor Maldonado: 6 – Otro chaparrón helado a pocos kilómetros del final de la carrera. Pero esta vez, a diferencia de Melbourne, no es culpa del venezolano. En este caso, de hecho, es el motor el que dice basta. Elegir mensajes de humo elegantes para transmitir el mensaje al pobre Pastor. Lo que había llevado a una carrera positiva y regular, con menos fuegos artificiales que Albert Park pero aún así rentable. Se equivoca un poco en la primera parada, entra en contacto con di Resta y desde la reanudación intenta sobre todo no meterse en problemas. No es casualidad que sólo le incriminen un par de veces. Cuando el décimo puesto ya parecía estar a nuestro alcance, el mencionado motor Renault soltó: «¡¡mis pistones giran demasiado!!! ¡¡¡Qué dolor tan grande en las bielas!!!» dejándolo varado, abatido y melancólico. Pecado. Sin embargo, cabe señalar que esta vez el papel de Cenicienta en el equipo, dada la fenomenal remontada de Senna, recayó en él. Me pregunto si significa algo. Ilusionado.

Bruno Senna: 9 – Es el tercer héroe de Sepang, Bruno Senna de Sao Paulo, Bruno Senna el recomendado para los más escépticos, Bruno Lalli para los más malos. Ahora bien, no seré yo quien diga si Bruno es un Fenómeno, un Brocco, un Genio, un Pendejo, un Tapón, un Recomendado o algo así. En primer lugar, porque este no es el lugar, en segundo lugar, porque el redactor de su boleta de calificaciones no tiene las calificaciones ni la autoridad para escupir oraciones. Todo lo que salga de mi teclado será un humilde comentario sobre la actuación de Sepang. Por la actuación SUPERLATIVA en Sepang. listo, Bruno se detiene inmediatamente en boxes y cae al final del grupo. En la reanudación estaba en el puesto 22. Luego se vuelve loco. Su Williams empieza a volar y en secuencia pasan Kobayashi, Ricciardo, Michael Schumacher, Hülkenberg y di Resta. Terminará espléndidamente sexto. Sin un error, un defecto. Mezcla ejemplar de concreción y agresividad. Repetimos: así como no nos subimos al carro de los detractores, tampoco nos subiremos hoy al carro de los ganadores. También porque su apellido todavía nos provoca escalofríos, y en un sentido u otro es difícil ser objetivo, lo queramos o no. Pero en Sepang fue genial. Y se lo merece. Mágico [y lo siento].

Heikki Kovalainen: 5 – Por el amor de Dios, sufrir una penalización en la parrilla por conducir un Caterham es un poco como disparar a la Cruz Roja con un rifle de asalto de los marines equipado con una mira de precisión y balas detonantes. Pero me pareció menos brillante que en otras ocasiones. A partir del error en las primeras vueltas de la carrera [después de una salida increíble, y esto no es nada nuevo, que le había elevado incluso al decimoquinto puesto] que le obligó a hacer una parada adicional para sustituir el cono de morro. El coche está desequilibrado, patina, se retuerce como una anguila en manos de un pescador, y él lucha incluso por mantenerlo en la pista. En la línea de meta estaba 46 segundos detrás de Petrov. Demasiados, incluso para alguien con un pájaro enojado dibujado en su casco. Vencido.

Vitali Petrov: 7 – Hubo más que una simple guerra entre Rusia y Finlandia. Indro Montanelli, que no era tonto, llegó incluso a definir la resistencia finlandesa a las tropas soviéticas como "el único acto de heroísmo de la Segunda Guerra Mundial". Entonces prevalecieron los finlandeses. En Sepang, sin embargo, sin querer perturbar esa historia, la batalla la ganó el camarada Petrov. Por supuesto, la guerra todavía es larga. Habrá 18 batallas más. Pero la campaña malaya tiene una importancia estratégica considerable, porque se jugó en un terreno pobre, húmedo y traicionero. De hombres reales. Una victoria que da moral a las Tropas. El camarada Petrov está feliz y tiene motivos para estarlo. Lucha bien, al nivel de ejércitos mejor equipados que el suyo, y distancia a las tropas finlandesas unos buenos 46 segundos. Sin hacer nada malo. La víspera se había hablado mucho de la conveniencia o no de asignar el mando del batallón al camarada ruso. Pero al menos en Sepang nadie se quejó de la elección. ¿Nos dejamos llevar un poco, dices? Está bien. Marcial.

Pedro de la Rosa: 6 - Cosas locas. Después de la pseudofarsa australiana, con el coche montado directamente en boxes, ahora HRT nos ofrece una nueva cita: el debut con servicio al carro. Hay un problema de presión de combustible, los mecánicos se demoran en el coche de Pedro, logran ponerlo en marcha pero la sanción es inflexible. El primero del año, entre otras cosas, para los amantes de la estadística [Mazzoni docet]. Si un buen día comienza por la mañana, estamos en un muy buen lugar. Es increíble leer lo que dice el buen Pedro al final de la carrera. Escuche esto: «Fue la mejor carrera para estrenar el HRT [!!!]. Necesitamos mejorar muchas cosas, pero esta fue una gran prueba. Obtuvimos lo que queríamos." No sé ustedes, pero a mí me pongo un poco nervioso leyendo estas cosas. Sin embargo, todo a un lado, Pedro cruza la meta, muy atrás, pero llega. No comete errores. No estropea el doblaje. Parece realmente feliz. ¿Cómo enojarse? Seráfico.

Narain Karthikeyan: 6,5 – Se merece un diez sólo por haber dicho al final de la carrera: «He recuperado dos posiciones desde el puesto 23, es algo para sonreír». No entiendes muy bien si está ahí o lo hace. Entonces lo piensas y se te ocurre que, increíble pero cierto, incluso se labra su famoso cuarto de hora de fama subiendo al décimo lugar [debido a una parada en boxes perdida] en la neutralización. Si lo vende bien, podría convertirse en un héroe nacional. Y en cualquier caso, pensándolo siempre, su HRT puede que no sea rápido pero sí robusto. Primero Button lo golpea, luego corre por el campo y luego también toca a Vettel. Siempre sin mayores daños. Indestructible, de verdad. En cuanto a los contactos, en opinión del escritor en el primer caso es Button quien le abruma, en el segundo es una falta un poco contributiva, y la penalización que le impondrán los comisarios al final de la carrera es excesivo. No sé por qué, pero no puedo criticar su actuación. En algunos aspectos grotescos, en otros románticos, en otros completamente locos. Pero en general cruzó la línea de meta, incluso antes que De la Rosa. ¿Cómo lo pospones para septiembre? Mitológico.

Timo Glock: 6,5 – Por las buenas y por las malas, Timo mantiene a un tal Kovalainen detrás de él en la línea de meta. Y en la interminable guerra entre los llamados nuevos equipos, que, sinceramente, ya no son tan nuevos, este es un hecho decididamente significativo. Conduce bien, Timo, al máximo de las posibilidades que le ofrece el modesto Marussia. Cruzó la meta en decimoséptima posición, desafiando a las personas supersticiosas y a la jet-set. ¿Cómo se dice? ¿Está ejecutando algo más? Tienes razón, pero ¿qué podemos hacer al respecto? De los años dorados, los de Toyota, sólo queda el sonido de la lluvia sobre el asfalto. Glock…Glock…. Glock… Que mala cosa, melancolía. ¡Coraje!

Foto de Carlos: 6 – Por primera vez se encuentra conduciendo un F1 con neumáticos Full Wet y considerando todo, no lo está haciendo nada mal. O mejor dicho, para ser honesto, no comete ningún error y corre en momentos todos aceptables. Cuando la pista se seca se siente más cómodo y se nota, pero ahora Glock se ha ido y sólo puede limitarse a llevar el coche a meta, controlando la leve amenaza que viene del HRT [esto entonces...]. Es una pena un problema en el embrague que le hizo perder tiempo en la tercera parada, pero el resultado no habría cambiado de todos modos. Merece una nota aprobatoria sólo porque, en condiciones complicadas y en su segunda carrera de F1, lleva el coche a casa sin siquiera un rasguño en la carrocería. Su tripulación estará feliz. Y nosotros también. Prudente.

Manuel Codignoni
www.f1grandprix.it

Motorionline.com ha sido seleccionada por el nuevo servicio Google News,
si quieres estar siempre actualizado sobre nuestras novedades
Síguenos aquí
Leer otros artículos en Eventos

Deja un comentario

comentarios 98
Cancelar respuesta

Il tuo correo electrónico indirizzo no sarà publicado el. Los campos necesarios están marcados *

Artículos Relacionados