F1 | Vettel cometió un error, pero no hay nada irreparable

Una colisión no deseada, que arruinó una carrera que había sido positiva hasta la vuelta 37 Sebastian Vettel luchando con Max Verstappen por la tercera posición en Silverstone.

Un error evidente, el cometido por el alemán de Ferrari, como él mismo admitió sin problemas al final del GP, lo que certifica el delicado momento que atraviesa Seb en su carrera. Un vórtice negativo, también teniendo en cuenta las crecientes actuaciones mostradas en las últimas rondas por su compañero Charles Leclerc, que sin embargo sería injusto calificar de definitivas e irreparables.

De hecho, al alemán le haría falta poco para recuperar ese entusiasmo que hoy parece haberse derretido como la nieve al sol. Una carrera de "Vettel" sería suficiente para volver a respirar esos altos niveles a los que nos tiene acostumbrados en los últimos años y que permitirían al propio Seb alejar esas nubes llenas de negatividad que se ciernen sobre su persona.

Pero quizás ni siquiera esto sería suficiente para apaciguar a todos aquellos que hoy recurrieron nuevamente a las redes sociales, volviendo a llenar de insultos al alemán y olvidando lo que es el respeto hacia un piloto que, a pesar de sus altibajos, todavía escribió páginas importantes en la historia de Ferrari. . Es cierto que falta la "joya", pero no es sólo culpa de Vettel si el equipo rojo no ha logrado romper ese ayuno mundialista que dura ya más de una década.

Sin embargo, tenga la seguridad de que estos 'fanáticos' de Ferrari serían los mismos que se rasgarían la ropa si Vettel se fuera a otra parte y comenzara a ganar carrera tras carrera. Un poco como pasó con algunos técnicos que se trasladaron a la competición y empezaron a acumular trofeos y títulos. Pero esa es otra historia.

El presente y el futuro (próximo) deben estar centrados en la recuperación mental del soldado Seb, porque Ferrari no puede permitirse el lujo de correr con un solo delantero ante el regreso contundente de Red Bull y un Mercedes que viaja como un misil.

Piero Ladisa

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